Hambriento. Como judíos y gentiles estaban a favor de la palabra de Dios (Amós viii. 11.) cuando apareció Cristo. (Haydock) --- Gritaban sus deseos en voz alta, (San Agustín) aunque no lo buscaban, Isaías lxv. 1. (Berthier) --- Aquellos que invocan a Dios son aliviados por él, de la manera que es más para su bienestar. (Worthington)

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