Alabado sea el Señor, porque la actitud de alabanza debe caracterizar a los creyentes en todo momento. Alabad al Señor; porque él es bueno, se ha revelado a los hombres en la belleza de su bondad; porque su misericordia es para siempre, la mano de su misericordiosa bondad siempre se extiende en un llamamiento amoroso a todos los hombres.

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