Y David dijo a Salomón, su hijo, retomando su amonestación una vez más donde se detuvo al mostrar los modelos: Sé fuerte y valiente y hazlo; No temas ni desmayes, toda la tendencia de la dirección muestra una confianza inquebrantable y una determinación inquebrantable; porque el Señor Dios, mi Dios, a quien David había servido con tanta fidelidad durante toda su vida, estará contigo. Él no te dejará ni te desamparará hasta que hayas terminado toda la obra para el servicio de la casa del Señor.

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