Tuya, oh Señor, es la grandeza, el poder, la gloria, la victoria y la majestad, la brillante belleza de la maravillosa esencia del Señor que se destacó en este momento; porque todo lo que hay en el cielo y en la tierra es tuyo; Tuyo es el reino, oh Señor, es decir, la soberanía, y Tú eres exaltado como Cabeza sobre todo.

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