Porque somos extranjeros ante Ti y peregrinos, como lo fueron todos nuestros padres, siendo la incertidumbre y la vanidad de esta vida terrena su rasgo más conspicuo. Nuestros días sobre la tierra son como una sombra, y no hay quien permanezca. Note cuán fuertemente se enfatiza el carácter ultramundano de la religión verdadera.

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