Así que todo Israel fue contado por genealogías, sus nombres fueron registrados en los registros genealógicos; y he aquí, están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá, que fueron llevados a Babilonia por su rebelión. Los libros a los que se hace referencia son las listas oficiales que se conservan en los archivos reales. Estos registros públicos también contenían mucho material histórico, y de esto los escritores sagrados, bajo la dirección del Espíritu Santo, extrajeron gran parte del contenido de sus libros. Así, todo el relato se distingue por su veracidad y corrección.

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