El rey también les dijo que actuarían como sus representantes en el asunto que él tenía en mente: Llevad a los siervos de vuestro señor, el guardaespaldas del rey, y haced que Salomón, mi hijo, cabalgue sobre el mío. propio mulo, siendo esta una declaración real de que este último era rey, y llevarlo a Gihón, un lugar al oeste de Jerusalén, con un manantial de agua que alimentaba dos reservorios,

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