Y mientras él aún hablaba, he aquí venía Jonatán, hijo de Abiatar, el sacerdote; y Adonías le dijo: Entra; porque eres un hombre valiente, confiable, y traes buenas nuevas. Lo habían dejado en la ciudad para servir como mensajero, para traer el informe de cualquier cosa que pudiera observar.

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