Entonces Salomón expulsó a Abiatar de ser sacerdote del Señor, para que cumpliera la palabra del Señor que había dicho acerca de la casa de Elí en Silo, de quien descendía Abiatar por Itamar. El oficio de sumo sacerdote, a partir de ese momento, pasó a la casa de Eleazar, a la que pertenecía Sadoc. Si un siervo de la Palabra se vuelve culpable de flagrantes transgresiones de la santa ley de Dios, se vuelve indigno del santo oficio.

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