Y vino Benaía al tabernáculo de Jehová y le dijo: El rey ha dicho así: Sal. No le gustaba realizar la ejecución en el santuario. Y él, Joab, dijo: No; pero moriré aquí. Confió en su desafío para salvar su vida. Y Benaía volvió a avisar al rey, diciendo: Así dijo Joab, y así me respondió.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad