sin embargo, te enviaré mis siervos mañana a esta hora, y registrarán tu casa y las casas de tus siervos, saqueando abiertamente las casas de las personas más ricas de la ciudad; y sucederá que todo lo que agrada a tus ojos, lo que Acab valoraba especialmente, lo pondrán en su mano y se lo quitarán. El comportamiento de Benhadad fue autoritario, insolente; era equivalente a la demanda de que Acab se pusiera a sí mismo ya su ciudad en su poder.

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