Entonces enviaron a Jezabel, diciendo: Nabot fue apedreado y muerto. Todo lo cual muestra que la corrupción de la corte real se encontró en todos los estados de la sociedad en ese momento. Los magistrados de Jezreel eran tan culpables de homicidio como Jezabel, que era un tirano que buscaba la sangre de los justos. Nabot debe ser considerado un mártir por una causa noble, que entregó su vida por causa de la Palabra de Dios.

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