Y todo Israel se enteró del juicio que había dictado el rey, la decisión que había dictado en este difícil caso; y temieron al rey, se llenaron de respeto y temor por su sabiduría al juzgar; porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para juzgar. La sabiduría de Salomón no es más que un tipo débil de la Sabiduría eterna, que se hizo hombre en la persona de Jesucristo, en quien habita la plenitud de la Deidad corporalmente y juzga a su pueblo con justicia.

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