entonces oye tú desde los cielos, y hazlo, y juzga a tus siervos, condenando al impío, poniendo su camino sobre su cabeza, castigándolo por su falso juramento, y justificando al justo para darle conforme a su justicia. El nombre de Jehová, a quien estaba dedicado este templo, debía ser santificado por todos los medios.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad