Entonces tú oye desde los cielos, y hazlo, y juzga a tus siervos, condenando al impío, para traer su camino sobre su cabeza; y justificando al justo para darle conforme a su justicia.

Ver. 32. Condena al impío, para traer su camino sobre su cabeza. ] Esto ha hecho Dios con aquellos que han hecho falsos juramentos de execración, como fue fácil de ejemplificar en los tres falsos acusadores de Narciso, obispo de Jerusalén; a en Earl Godwin; y en Anne Averies, quien, renunciando a sí misma, el 11 de febrero de 1575 d.C., en una tienda de Wood Street en Londres, rogando a Dios que se hundiera donde estaba si no hubiera pagado por los productos que tomó, se cayó sin palabras. y con un hedor horrible murió.

a Euseb.

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