y hoy habéis rechazado a vuestro Dios, quien Él mismo os salvó de todas vuestras adversidades y tribulaciones, de todos los males y opresiones que sufrieron en los mismos reinos según los cuales ahora pretendían modelar su estado; y le dijisteis: No, sino pon un rey sobre nosotros. Esta fue una última advertencia con respecto a un paso del que algún día podrían arrepentirse amargamente.

Ahora, pues, preséntense ante el Señor por sus tribus y por sus millares, las divisiones del pueblo por mandato del Señor, Números 1:16 . Este acto solemne tuvo lugar en presencia de Jehová, ante el altar que se había erigido en Mizpa.

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