Y algunos de los hebreos cruzaron el Jordán a la tierra de Gad y Galaad, el territorio de las dos tribus y media. En cuanto a Saúl, todavía estaba en Gilgal, en las tierras bajas cerca del Jordán, y todo el pueblo, los soldados convocados al deber contra los opresores, lo siguieron temblando, literalmente, "temblaron tras él", totalmente faltos del espíritu necesario para deshazte del yugo de los tiranos. Fue un tiempo de prueba para Saúl y para todo Israel, un período como el que todos los cristianos encuentran de vez en cuando, para probar su fe.

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