Porque vive Jehová, que salva a Israel, que aunque sea en Jonatán, hijo mío, de cierto morirá. Este fue otro juramento imprudente, y tan tonto como el primero. Pero no hubo un hombre entre toda la gente que le respondiera, evidentemente por el terror de las consecuencias.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad