Y Saúl, enojado porque había sido engañado, dijo a Mical: ¿Por qué me engañaste así y enviaste a mi enemigo, la expresión implica que el enemigo del padre debería ser el enemigo de la hija también, que ha escapado? Y Mical respondió a Saúl, su miedo a su padre y su ansiedad por salvar su propia vida la hicieron decir otra falsedad. Él me dijo: Déjame ir; ¿Por qué debería matarte? No hay nada de malo en sacar del camino a perseguidores furiosos, voraces y asesinos, porque tales asesinos son los instrumentos de Satanás, que busca destruir a los hijos de Dios de todas las formas posibles.

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