y él dijo: Te ruego que me dejes ir; porque nuestra familia tiene un sacrificio en la ciudad; y mi hermano, el hermano mayor, como cabeza de familia, me ha mandado estar allí; y ahora, si he hallado gracia ante tus ojos, déjame irme, irme, te ruego, y ver a mis hermanos. Por tanto, no viene a la mesa del rey. El relato de Jonathan está totalmente en consonancia con la relación cordial que existe entre amigos.

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