Entonces David consultó a Jehová, diciendo: ¿Iré y heriré a estos filisteos? Parece haber tenido razones para considerarse campeón de los oprimidos. Y el Señor dijo a David por medio del Urim y Tumim del sumo sacerdote. Ve, ataca a los filisteos y salva a Keila. La orden, "Rescata a Keilah", incluía la promesa de que el éxito coronaría sus esfuerzos.

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