Y David dijo en su corazón, tomando consejo consigo mismo, expresando la más íntima convicción de su corazón : Ahora moriré, seré cortado, arrebatado, barrido, un día por la mano de Saúl; No hay nada mejor para mí, literalmente, "No hay nada bueno para mí", no había ninguna ventaja, no tenía sentido en que se quedara en el territorio de Israel, que escapar rápidamente a la tierra de los filisteos, que era su un lugar de refugio; y Saúl desesperará de mí para buscarme más en cualquier costa de Israel, desistirá de la persecución como una empresa desesperada; así escaparé de su mano.

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