Entonces ellos, viniendo en número considerable, fortalecieron el reino de Judá, tanto numérica como moralmente, e hicieron fuerte a Roboam, hijo de Salomón, por tres años; Durante tres años, todos los habitantes de la nación del sur, incluidos los recién llegados, anduvieron por el camino de David y Salomón. Posteriormente, cuando Roboam alentó las costumbres extranjeras e idólatras, cesó la adhesión de israelitas piadosos del reino vecino.

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