Así fortalecieron el reino de Judá, no solo con la adición de tantas personas, sino que con su piedad y oraciones obtuvieron una bendición sobre el reino que era un santuario para ellos. Lo hicieron fuerte tres años; durante tanto tiempo sirvió a Dios; pero cuando abandonó a Dios, nadie pudo fortalecerlo. Retenemos nuestra fuerza mientras nos aferremos a Dios y a nuestro deber, y no más. Y Salomón - Esta mención de honor de Salomón, como modelo de piedad, es una evidencia considerable de su verdadero arrepentimiento antes de su muerte.

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