Entonces Amasías los separó, a saber, el ejército que le había llegado de Efraín, para volver a casa, dado de baja sin haber cumplido con el deber en la campaña propuesta; por lo que su ira se encendió grandemente contra Judá, y regresaron a casa con gran ira, literalmente, "en el resplandor o ardor de su ira", principalmente, tal vez, porque la esperanza de botín les fue quitada y la suma que recibieron como los mercenarios por sí solos no eran suficientes en su estimación.

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