Y las alas de los querubines eran de veinte codos de largo, es decir, las cuatro alas de los dos querubines juntas; un ala del querubín tenía cinco codos y llegaba hasta la pared de la casa; y la otra ala era igualmente de cinco codos, llegando hasta el ala del otro querubín, sus alas se tocaban en el centro y en ambos lados apenas llegaban a la pared.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad