Y las alas de los querubines eran de veinte codos de largo. - Su longitud era, en total, veinte codos; de modo que, extendiéndose, llegaban de pared a pared del Lugar Santísimo, que tenía veinte codos de ancho. De esta anchura, cada querubín cubría la mitad o diez codos, con sus alas, que eran de cinco codos de largo cada uno. Obviamente, el ala interior de cada querubín se encontraba con el ala interior del otro en el medio de la pared.

Un ala ... otro querubín. - El ala del uno, que se extendía a cinco codos, tocaba la pared de la cámara, y el otro ala , cinco codos , tocaba el ala del otro querubín.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad