Y los sacerdotes consintieron en no recibir más dinero del pueblo, ya no actuarían como recaudadores y custodios de estos aportes, ni para reparar los desperfectos de la casa, la responsabilidad de las reparaciones ya no recaería sobre ellos. Era el caso habitual de sobrecargar a los hombres de la oficina del ministerio con asuntos comerciales. Cf. Hechos 6:2 .

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