Ahora, Eliseo estaba enfermo de la enfermedad de la cual murió, estando gravemente enfermo por algún tiempo. Y Joás, el rey de Israel, descendió a él y lloró sobre su rostro, porque se dio cuenta de la pérdida que la muerte de Eliseo sería para toda la nación, y dijo: Padre mío, padre mío, carro de Israel y sus jinetes! Eliseo, como Elías, había sido una poderosa defensa de Israel contra grandes y poderosos enemigos, como lo había demostrado la historia del reino durante ese período.

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