Y el rey de Israel, abandonándose inmediatamente a la desesperación, dijo: ¡Ay, que el Señor ha convocado a estos tres reyes para entregarlos en manos de Moab! Al no tener fe en Jehová, no vio nada más que muerte y destrucción ante sus ojos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad