Luego dijo, en una ira irrazonable contra el profeta a quien, de alguna manera, responsabilizó por las terribles condiciones ahora reveladas, Dios lo haga y más también a mí si la cabeza de Eliseo, el hijo de Safat, se levanta sobre él. ¡este día! Se comprometió a sí mismo, mediante un terrible juramento, a asesinar a Eliseo.

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