Y consoló David a Betsabé, su esposa, con el mismo consuelo que él mismo había recibido, y fue a ella y se acostó con ella; y ella dio a luz un hijo, y él llamó su nombre Salomón, sin duda con la oración de que Dios le conceda paz en todos los sentidos. Y el Señor lo amó, le dio al niño pruebas especiales de su bondad amorosa.

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