Y él le dijo: ¿Por qué tú, siendo hijo del rey, en cuyo caso no había razón aparente para tal condición, te inclinas de día en día? Parecía más desdichado de una mañana a otra, ya que sus noches se veían desveladas por su torturadora pasión. ¿No me lo dirás? Y Amnón le dijo: Amo a Tamar, la hermana de mi hermano Absalón.

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