Así, pues Husai se incluye hábilmente a sí mismo con el ejército de Absalón, llegaremos a él en algún lugar donde se le encuentre, no importa dónde esté, y lo iluminaremos como el rocío cae sobre la tierra, viniendo silenciosamente. , pero cubriéndolo, empapándolo y sumergiéndolo a él ya su ejército por completo; y de él y de todos los hombres que están con él no quedará ni uno.

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