Por tanto, aconsejo que todo Israel, todo el ejército de la nación, todos los hombres capaces de portar armas, se junten a ti en general, desde Dan hasta Beerseba, como la arena que está junto al mar en multitud, dijo de nuevo con deliberada exageración; y que fueras a la batalla en tu propia persona, Absalón iba a dirigir su gran ejército en persona, sugerencia que no podía dejar de causar una profunda impresión en su vanidad.

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