Y él dijo: Señor, esté lejos de mí que haga esto, a saber, beber el agua así obtenida. ¿No es ésta la sangre de los hombres que fueron a poner en peligro sus vidas? Lo habían traído al precio de sus vidas, a riesgo de sus almas, y por lo tanto tenía el valor de su sangre, era demasiado precioso para beber. Por tanto, no quiso beberlo. Estas cosas hicieron estos tres valientes.

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