Y fue informado al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que le pertenece, a causa del arca de Dios. De modo que la mera presencia del arca no trajo desgracia, como había temido David. Todo dependía, más bien, de la actitud de uno hacia el Señor, ya fuera de presunción temeraria o de fe humilde. Entonces David fue y trajo el arca de Dios de la casa de Obed-edom a la ciudad de David, donde había preparado un lugar y le había levantado una tienda, 1 Crónicas 15:1 , con alegría, con alegría de fiesta, en procesión solemne.

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