Por tanto, ahora, te plazca bendecir, más bien, comienza a bendecir la casa de tu siervo, para que continúe por siempre delante de ti; habiendo determinado Su proceder, se le ruega al Señor que se dedique al cumplimiento de Su promesa, para tomarla en la mano rápidamente; porque tú, oh Jehová, lo has dicho, y con tu bendición sea bendita la casa de tu siervo para siempre. David completa su oración de acción de gracias expresando su confiada esperanza, su firme confianza en que la palabra del Señor ciertamente se cumplirá. La verdadera fe se aferra a las promesas de Dios y las aplica a nosotros mismos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad