Pero sobre el monte Sion, en medio de la Iglesia del Señor, habrá liberación, la congregación de los que son salvos del juicio de destrucción; y habrá santidad, es decir, el monte Sión será un santuario, que los enemigos ya no profanarán; y la casa de Jacob poseerá sus posesiones, y se agregarán a la congregación del Señor personas de todas las naciones del mundo.

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