Mas he aquí, levantaré contra ti una nación, oh casa de Israel, dice Jehová, Dios de los ejércitos, y te afligirán, derribándolos y oprimiéndolos, desde la entrada de Hemat, el límite más al norte, donde el ejército invasor de los asirios entraría, al río del desierto, literalmente, "el arroyo del desierto", aquí muy probablemente el que formaba el límite entre Moab y Edom, en la esquina sureste del Mar Muerto. La guerra es uno de los medios en manos del Señor mediante el cual castiga el orgullo de las naciones.

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