pero no profetices más en Betel, donde sus palabras naturalmente hicieron que Amasías se sintiera muy incómodo; porque es el l del rey, un santuario establecido por el rey, y es la corte del rey, el lugar principal para el culto ordenado por el rey para todo su reino. Su argumento era que por esta razón era totalmente inapropiado que Amos continuara con sus dichos amenazadores.

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