y convertiré tus fiestas en duelo, quitando todo gozo, y todos tus cánticos en lamentación, Cf Oseas 2:13 ; y traeré cilicio sobre todos los lomos, la prenda habitual del dolor más profundo, y la calvicie en todas las cabezas, porque afeitarse la cabeza era una señal del duelo más profundo; y lo convertiré como el luto de un hijo único, un dolor sumamente intenso, que no puede ser aplacado, y su fin como un día amargo, uno cuyo sabor objetable no sería pronto olvidado.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad