que podamos comprar a los pobres por plata y a los necesitados por un par de zapatos, obligándolo a venderse por una cierta cantidad de dinero que debía o por un par de zapatos que había obtenido y no podía pagar; sí, y vender la basura del trigo? sólo el grano pobre, por el que cobraban tanto como por el mejor grado. La historia se repite también en este sentido, pues las mismas tácticas las emplean en nuestros días los que especulan en los alimentos y en las necesidades de la vida, los manipuladores siempre fijando los precios a su favor o vendiendo bienes inferiores por el precio de lo que es realmente de alto grado.

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