Y el rey, el Anticristo Romano como fue presagiado por Antíoco Epífanes, hará según su voluntad, afirmando arbitrariamente su poder y autoridad; y se exaltará a sí mismo, en el orgullo de su corazón, y se engrandecerá por encima de todo dios, dejando a un lado con arrogancia y blasfemia a los dioses de toda clase y descripción, y hablará cosas maravillosas contra el Dios de los dioses, haciendo declaraciones más allá de la comprensión razonable, que sería inexplicable en el caso de un ser humano normal, y prosperará hasta que se cumpla la indignación, hasta que la ira de Dios sobre su pueblo se lleve a cabo por completo, hasta que su castigo cumpla su propósito;porque lo que se determina se hará, no se puede recordar, se debe ejecutar.

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