Y es una cosa rara que el rey exige, más singular e insólita, de la que no se conocía en la historia, y no hay otra que pueda mostrarla ante el rey excepto los dioses, cuya morada no es con la carne. "Dios hace que los paganos, de su propia boca, condenen sus impotentes pretensiones de conocimiento sobrenatural a fin de resaltar en un contraste más brillante Su poder para revelar secretos a Sus siervos".

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