Por tanto, guardaréis todos los mandamientos que yo, como representante de Dios, os mando hoy, para que os hagáis fuertes y entréis y poseáis la tierra adonde vayáis para poseerla; porque necesitaban una gran fuerza espiritual para guardar los preceptos del Señor y permanecer Su pueblo en la Tierra Prometida;

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