No comerás dentro de tus ciudades el diezmo de tu trigo, ni de tu vino, ni de tu aceite, ni de las primicias de tus vacas ni de tus ovejas, ni de tus votos que hayas hecho, ni de tus ofrendas voluntarias, u ofrenda alzada de tu mano, todo lo que fue tomado de la posesión de los israelitas como ofrenda a Jehová; todos estos no podían consumirse en la casa del adorador o en su ciudad natal;

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