Sin embargo, el Señor, tu Dios, no quiso escuchar a Balaam, no le permitió llevar a cabo su intención de maldecir a Israel; pero Jehová, tu Dios, te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová, tu Dios, te amaba, como el mismo Balaam se vio obligado a admitirle a Balac, Números 24:9 .

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