Cuando hayas cortado tu mies en tu campo, y te hayas olvidado de una gavilla en el campo, no volverás a buscarla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que el Señor, Dios tuyo, te bendiga en toda la obra de tus manos, como recompensa de humanidad y amor fraternal. Cfr. Levítico 19:9 ; Levítico 23:22 .

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