La tierna y delicada mujer entre ustedes, que no se atrevería a poner la planta de su pie en el suelo por delicadeza y ternura, insistiendo en montar alguna bestia de carga incluso en las distancias más cortas o recostada sobre los cojines de una litera, su ojo será malo para con el marido de su seno, y con su hijo, y con su hija,

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad